MITOS SOBRE LA AUTOESTIMA EN NIÑ@S PEQUEÑ@S

26.04.2021

Es necesario que el niño siempre se sienta bien y sin problemas: si un niño obtiene alabanzas y premios de forma fácil e inmediata para hacer que se sienta bien y capaz, no tendrá la oportunidad de ser mejor ni de aprender; y esto le va a impedir desarrollar destrezas y habilidades, así como actitudes que le ayuden a resolver los problemas reales de la vida.
El niño debe ser el centro de nuestra atención: el niño o la niña esta constantemente enviando mensajes que los adultos deben escuchar dándoles la importancia que requieren en todo momento, evitando que busque esta atención de manera no apropiada. Esto se logra dedicando al niño el tiempo necesario. De esta manera, una vez que el niño/a cuente con la presencia y relación saludable con el adulto, respetará los espacios, conversaciones y momentos de estos.
El niño es como es y no puede cambiar: un niño es una caja de sorpresas que tienen un temperamento, unos gustos y unas formas de responder ante determinadas situaciones. Aunque hay que respetar como es cada uno, no se debe asumir que no se puede cambiar o mejorar conductas o actitudes incorrectas. Como adultos, debemos ayudar a detectar aspectos de su personalidad que puedan tener consecuencias negativas y crearles problemas. Para el desarrollo de una sana autoestima, debemos hacer a los más pequeños/as conscientes de cuáles son las áreas que deben mejorar y ayudarlos con una actitud positiva.
El niño es muy pequeño y no puede: Otra actitud muy común es la sobreprotección, así como asumir que el pequeño o pequeña no puede hacer algo por sí mismo y se lo hacemos nosotros para no frustrarlo. Uno de los propósitos principales de la educación es lograr que el niñ@ desarrolle su autonomía, y para esto debe hacer las cosas por sí solo, y ofrecerle ayuda únicamente cuando sea necesario.
Se ayuda al niño cuando se le fuerza a realizar tareas difíciles: cuando el niño asume responsabilidades que sobrepasan su nivel de madures experimenta un sentimiento de frustración. Cada niñ@ es diferente, único, y tiene su ritmo. Es importante estimularlo, pero teniendo cuidado de no frustrarlo; por eso, es importante que trabajemos con ellos actividades para las que estén preparados tanto física como cognitivamente; ya que hacer tareas muy difíciles cuando no están listos les puede generar consecuencias negativas y sentimientos de inferioridad.